Frases célebres

"¡Somos los Sex Bo-Omb y hemos venido para ver cómo Scott Pilgrim os rompe los dientes! ¡Un-dos-tres!"
Kim Pine, "Scott Pilgrim contra el mundo"

sábado, 13 de febrero de 2010

El regreso

Tras cinco días medianamente estupendos, he vuelto de París. Me habéis echado de menos, ¿no? Podéis decir que no, que he traigo un regalo, pero que es esta entrada. Fotos de allí ya subiré en otro momento, ya que la lista de mi hermana las ha guardado en el otro ordenador, ese del que no se despega ni pá Dios.
París es una ciudad muy, muy, muy bonita. Por no decir preciosa. El estilo así antiguo que tiene me ha enamorado. ¿Defectos? Es algo frío. Es como si no tuviese vida. Pero sigue siendo bonita. Es todo tan igual...Menos el Pompidou (o cómo se escriba), que es tan moderno que no pega ni con cola en París. Vamos, que el viaje me ha gustado. Aunque no todo...
Hay que recordar que yo he ido con los de la clase de francés, no con mi familia. Eso quiere decir niñatos quejicas insoportables que querían un hotel para no dormir. No os podéis imaginar lo que he llegado a aborrecer las noches en París. Todo Dios estaba yendo de habitación en habitación, montando fiestas, haciendo un montón de ruido y sin dormir ni unas pocas horas. ¿Que si yo he hecho eso? Soy Clau, por favor. ¿Vosotros creéis que con lo atípica que soy voy a hacer lo mismo? No, no, no, no señor. Como mucho a las doce estaba acostada. Menos un día que mis compañeras de habitación habían invitado a seis personas a jugar a las cartas en nuestra habitación, y luego a jugar a "Dí la verdad" (el "Verdad o Atrevimiento" pero sin el atrevimiento). Esa noche me dormí a las dos de la mañana. Y la última noche me iba a acostar y me vienen unas chicas diciendo:
- Pero ven con nosotras, que nos lo vamos a pasar muy bien.
- Es que tengo mucho sueño-dije, pero a estas como si me cayese del cansancio.
Al cabo de un rato se abre la puerta de mi habitación y entra un chico, llamado Rubén, como si le hubiesen empujado para que entrase. El susto de mi vida me llevé.
- ¡Venga, Rubi, habla con Claudia!-oigo a unas.
- ¡Pero que yo también me quiero dormir!-dice Rubén.
No sé cuánto tiempo nos dejaron encerrados en la habitación, pero se me hizo eterno. No porque Rubén sea un chico que no es de mi agrado (que no es así, es un tío majete e igual de tranquilo que yo). Más bien porque no podía aguantar más tiempo despierta. Pero al fin abrieron la puerta y Rubén se fue.
Otra cosa mala fue que fueron los quejicas del instituto. "Que si esto es muy caro", "Que si tengo mucho frío", "Que si esto es un rollo", "Que si me quiero ir al hotel"...Francia es más cara que España, y es normal que digan que es caro. Pero es que preferían comerse un perrito caliente (que de caliente nada) a la interpérie que comer en un restaurante algo rico y sano. Pero no. McDonalds, pizza y perritos calientes. En eso se basaba la dieta de estos niñatos. Yo tuve que comer dos veces hamburguesa y otras dos veces pizza. Y no porque quisiese, no. Era porque tenía que ir en un grupo todo el rato, no podía ir por libre (de ser así ahora mismo estaría aún en algún lugar recóndito de París), y claro, yo decía que quería comer en un restaurante de ahí o en un pequeño bar donde se pudiese comer bien, pero era la gran minoría.
Pero lo peor, cuando se quejaban de que tenían sueño y frío. Yo iba con una chica que se moría de dolor de pies porque tenía mucho frío, ¿pero sabéis qué ropa llevaba? Unos vaqueros, unas zapatillas de deporte de esas que dicen que abrigan pero que no caliente ná de ná y un abriguito. ¡Normal que te duelan los pies! La mayoría del dinero que se habían gastado mis compañeros era para chaquetas, guantes, orejeras y gorros. ¿Eso es normal? Ah, y lo del sueño era flipante. "Tengo mazo sueño, me quiero ir al hotel". Esta frase la he oído tropecientas veces. ¿Y en boca de quién? De chicos que no habían dormido nada (y no es exageración, ni diez minutos habían dormido) porque se habían ido de juerga a otras habitaciones. ¡Y qué curioso! No he pasado ni frío ni sueño. Pero porque he dormido como ocho horas todos los días y tenía un plumas, unos guantes, unos pantalones de pana y unas botas para estar calentita, porque yo no soy tonta.
Por si fuera poco ha habido tres chicos que se han puesto malos. Una, mi compañera de habitación, vomitó a las seis y se quedó en el hotel con la profe de francés; otra también vomitó, al día siguiente, pero se recuperó pronto; y luego está el chico, que le dolía muchísimo la barriga y tenía diarrea. ¡Qué potito y qué hedmozo, ¿verdad?!
Y casi se me olvida que muchos de nosotros se perdían cada dos por tres. En vez de ir en autocar íbamos en metro, y nos habían dividido en grupos para que fuese más fácil. Bien, el grupo de 3º de la ESO se perdía todos los días. Incluído el profesor que les acompañaba.
Aun así, el viaje ha estado bien. Apartando todo lo que he dicho, me ha encantado. Hemos visto Monmatre, Moulin Rouge, los Campos Elíseos, el Arco del Triunfo, el Louvre, la Torre Eiffel, Disneyland y hemos dado un paseo por el Sena. Es todo muy bonico. Deberíais ir, y si ya habéis ido, ¡id otra vez!
Esta entrada prácticamente era para desahogarme un poco, pero la próxima será una entrada con las fotos que hice y hablando un poco de lo que he visto. ¡Hasta otra!

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