Frases célebres

"¡Somos los Sex Bo-Omb y hemos venido para ver cómo Scott Pilgrim os rompe los dientes! ¡Un-dos-tres!"
Kim Pine, "Scott Pilgrim contra el mundo"

martes, 23 de febrero de 2010

El regalo que me han hecho los médicos

Sí, ayer fue 22 de febrero. Normalmente no pasa nada ese día, pero para mí sí pasa. Ayer fue mi cumpleaños. Cumplí unas 14 primaveras, y la verdad es que no me siento mucho más distinta que hace un año. Bueno, ahora mismo sí, pero de eso voy a hablar más tarde...

¿Que qué me han regalado? Ropa, claro está, un dibujo muy chulo, muy "potito", y el disco de Beyoncé. No se tenían que haber molestado, de verdad, pero la gente es muy buena. Hasta los médicos lo son, porque también me han hecho un regalito: se llama vacunas.

Como a partir de ayer tengo 14 años, hoy he tenido que vacunarme del tétanos. ¿Y cuánto he tenido que esperar? Bueno, si mi cita era a las 15:40, he llegado a las 15:30 y me he metido en la consulta a las 16:20...Pues casi una hora. ¿Y por qué? Pues porque antes se ha metido una niña que debía de tener gripe A, B, C, D y todo el abecedario, porque ha tardado en salir...Al menos no he tardado medio siglo, ¿no?

Ya dentro de la sala, nos dice la médico...médica...como sea:

- Bueno, ¿te pones las dos vacunas?

- ¿Dos? Pensaba que era sólo una-dice mi madre.

- Es que está también la de VPH. Si no está segura del todo, puede esperar unos meses, pero cuanto antes mejor. Ah, y también tiene que tener cuidado con las relaciones sexuales...

Es la primera vez que hablan delante de mí de relaciones sexuales y yo tengo que ver en todo eso...

- Entonces las dos vacunas-dice mi madre. A mí me daba igual, pero también podía consultarme, que la que sale perjudicada soy yo. Pero da igual...

- ¿Ella está asustada?-y digo yo, ¿era necesaria esa pregunta, teniendo en cuenta que ya soy mayorcita para que me den miedo las vacunas?

- No, pero antes de salir de casa ha dicho que no tiene ganas de que le pinchen-Sí, lo he dicho, así de guasa, pero esa información era innecesaria...Y por eso mismo yo he mostrado mi sonrisa falsa.

La médico...médica...Bueno, la mujer de bata blanca me pone una vacuna en el brazo izquierdo y la otra en el derecho, y ya desde ese momento me ha empezado a doler mucho los brazos. Y me siguen doliendo. Mi madre se ha estado riendo de mí porque no movía para nada los brazos, ya que al vestirme, al moverlos, veía las estrellas. Sí, parecía un pingüino, pero al menos parecía un pingüino evitando sufrir.

Después de las vacunas, ¿me fui a casa? Nooooo. Después de eso me tocaba revisión, ya que no voy a ir nunca mais al pediatra. Ya he crecido, así que me toca ver si he crecido adecuadamente. Entonces me tocaba esperar otra vez. ¿Más? Por suerte no; han tardado sólo cinco minutos en llamarnos. Mi madre le ha explicado a la otra mujer de bata blanca (¿es que no hay hombres en el centro de salud?) lo que os acabo de comentar, y la mujer ha empezado la revisión.

A mí cuando me revisaban era midiéndome, pesándome, mirando mi pulso y mi tensión y mirando mis ojos y mis orejas. Bien, pues ahora la revisión que me toca hacer es algo distinta. Por lo menos la de hoy:

- Lo primero, ¿quieres que esté tu madre en la revisión?-me pregunta ella.

Como yo me esperaba lo que os he dicho, pues me ha parecido muy rara la pregunta. Aun así, he contestado que sí. ¿Qué iba a pasar?

- Bien, siéntate, Claudia. Primero voy a hacerte unas preguntas.

Ahí está la cuestión; ¿preguntas en una revisión? O mi memoria está atrofiada, o algo pasa aquí.

- A ver, ¿tabaco, alcohol, drogas...?-me pregunta.

- No, no, no...-contesto. "Ahora entiendo por qué me ha preguntado que si quería que estuviese mi madre...", pienso.

- ¿Cuántas horas de tele y ordenador?

- Dos o tres horas de tele al día, y de ordenador...

- ¡El resto del día!-salta mi madre. Ya las dos adultas se han empezado a reír.

- No, unas dos horas al día-contesto, y miro a mi madre queriendo decir "¡Toma esa!"

- ¿Y ejercicio a la semana?-dice la mujer de bata blanca.

- Una o dos horas al día.

- Osea, 14 horas...

Y así todo el rato. Me ha preguntado sobre los estudios, cómo me llevo con los de clase, que si me afecta la opinión de los demás, si tengo la autoestima baja y si me veo defectos físicos. Las respuestas han sido, cómo no, buenas: voy bien en clase, me llevo bien con mis compañeros (no con todos, pero con la gran parte sí), no me afecta la opinión de los demás, no tengo baja autoestima y no me veo defectos.

- Osea, te ves perfecta-dice ella. Para mí, soy casi perfecta. No tengo defectos físicos, pero psíquicos sí. Y nadie es perfecto de todas formas, ¿no?

Tras esto llega algo de lo que me espera: me ha mirado el pulso y la respiración. No ha dicho nada, así que supongo que andaré bien. Y luego ha vuelto a preguntarme cosas.

- No creo que tengas problemas de vista...

- Pues sí. Parece que no ve tres en un burro-dice mi madre. Sí, no veo muy bien las cosas que están lejos, como carteles o la pizarra de mi clase mismamente (estoy en la última fila, así que tampoco es raro)

En fin, así mucho, mucho, mucho rato, y por fin llegué a casa a las 16:50. Osea que sólo he podido ver "Qué Está Pasando" y la sección de Berta en SLQH, y luego ya me he puesto a escribir esta entrada.

Pablo Carbonell: Has escrito esta entrada. ¿Era necesario?

Lo único que sé si es necesario es darte un guantazo por preguntarme eso, que queda divertido en "Caiga Quien Caiga", pero aquí no.

Pablo Carbonell: Te recuerdo que yo no soy Pablo, sino que soy una chorrada que se te acaba de ocurrir.

¡Mierda, me has pillado!

1 comentario:

Rebeca Márquez dijo...

Pues felicidades!!Retrasadas =( Pero felicidades!=)